EL RETRATO DE DORIAN GREY

Publicado en Diario Información el 13 de abril de 2018

El retrato de Dorian Gray

Los acontecimientos de las últimas semanas en España y en la Comunidad Valenciana y, en cierta medida, también en nuestra ciudad, dejan entrever no ya que estemos en precampaña electoral, sino que los partidos políticos ya andan metidos en campaña de hoz y coz. El affaire Cifuentes, que ha eclipsado totalmente el congreso del Partido Popular del pasado fin de semana, el caso de presunta financiación ilegal del PSPV y Compromís, o los posicionamientos antagónicos de los tres socios del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Elche así parecen indicarlo.

El asunto de Cristina Cifuentes, desde luego, pinta muy mal. Sin entrar en el fondo del asunto, pues sería muy aventurado hacer conjeturas sin disponer de datos fiables, lo que no cabe duda es que, desde el punto de vista de la comunicación, no se pueden hacer peor las cosas; cada intento de desmentir los supuestos hechos no ha supuesto sino ahondar en las sospechas que la opinión pública alberga, máxime después de las últimas informaciones publicadas, que suponen no sólo un descrédito para la política madrileña- que por otra parte jamás había incurrido en ningún renuncio-, sino también para la Universidad Rey Juan Carlos y, por extensión, para la universidad española.

En cuanto a las noticias aparecidas sobre la presunta financiación irregular del PSPV y de Compromís, tengo la impresión de que han dejado en estado de shock tanto a los votantes de estos dos partidos como a sus dirigentes. De hecho, la reacción de los principales líderes de ambas formaciones y del gobierno que sustentan refleja el nerviosismo que tienen ante la posibilidad de que les pueda pasar una cierta factura electoral. No en vano, los dos se presentaron a los últimos comicios como adalides de la lucha contra la corrupción, pecado que les llega devuelto ahora como un bumerán.

Por lo que se refiere a Elche, la situación política actual me recuerda un tanto a la novela de Oscar Wilde El retrato de Dorian Gray. Imagino que, aunque no la hayan leído, a todos ustedes les suena la historia del protagonista, el apuesto joven Dorian Gray, que nunca envejece mientras su retrato, oculto en el desván de su casa, sí lo hace y de una forma aterradora, reflejando de manera vívida el alma pecadora y malvada de Gray. En unas páginas teñidas de languidez finisecular y rebosantes de un tratamiento exquisito del lenguaje, la novela de Wilde plantea varios interrogantes: Si uno pudiera vivir una vida de absoluta libertad, ¿el resultado sería la felicidad o una pesadilla? ¿Qué parte de nuestro complicado yo sacrificamos ante las convenciones sociales y morales?

Raro es el pleno municipal últimamente en el que la oposición, contando incluso con el concurso de alguno de los partidos del equipo de gobierno, no tumbe alguna de las propuestas planteadas por el Alcalde o aprobadas previamente por la Junta de Gobierno. Ante estos sucesos, nuestro primer edil ha afirmado, con rotundidad y firmeza, que las cuestiones que competen a la Junta de Gobierno por ley no pueden ser desechadas por el Pleno. Desde un punto de vista estrictamente legal tiene toda la razón. La  Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local, establece, en sus artículos 123 y 127 las atribuciones del Pleno y de la Junta de Gobierno respectivamente.

Ahora bien, una cosa es la potestas, es decir, la capacidad legal para hacer cumplir una decisión por parte del poder establecido, y otra muy diferente es la auctoritas, o sea, la capacidad moral para emitir una opinión cualificada sobre una decisión. En el anterior mandato municipal, la entonces Alcaldesa, Mercedes Alonso, afirmó exactamente lo mismo que ahora ha verbalizado Carlos González. El otrora portavoz de la oposición, Antonio Rodes, montaba en colera sesión tras sesión plenaria por este motivo. Incluso algunos concejales del propio equipo de gobierno le intentamos explicar a Alonso el binomio auctoritas-potestas. Nuestro ejercicio didáctico tuvo como única e inmediata consecuencia nuestra defenestración.

El comienzo del actual mandato, justo es reconocerlo, fue muy tranquilo gracias al talante sosegado, pausado y educado de nuestro Alcalde, en contraposición a los modos vehementes de la anterior inquilina del número uno de la Plaça de Baix. El “retrato” de Carlos González resultaba hasta amable. Pero me temo que ese retrato está ahora escondido en un oscuro y polvoriento desván consistorial y, un día de estos, cuando nuestro primer edil suba a verlo, oiremos un grito desgarrador cuando compruebe que ese retrato no es tan diferente del de Mercedes Alonso.

 

 

 

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

 DEL PUENTE A LA ALAMENDA Publicado en Diario Información el 8 de julio de 2023 Esperando a Godot   Del puente a la alameda   ...