SONETOS DEL AMOR OSCURO
Publicado en Diario Información el 14 de diciembre de 2018
ESPERANDO A GODOT
Sonetos del amor oscuro
En muchas ocasiones, durante el ejercicio de mi profesión –soy inspector de educación y antes fui profesor y director de dos institutos públicos- me sorprende ver cómo los niños son capaces de asumir como normales hechos y situaciones que a los adultos, en algunos casos, nos cuesta asimilar e interiorizar. Me refiero a la sencillez con que aceptan la diversidad en todos los aspectos. Para un niño no hay inmigrantes, no hay diversidad funcional, no hay diferencias de sexo. Para un niño, en su aula, hay otros niños.
En el mundo de los adultos, por el contrario, todavía tenemos mucho que aprender en el campo de la igualdad, entendiendo por ésta una igualdad real, no una políticamente correcta en la que lo único que importa son el lenguaje y los gestos externos pero que, a la hora de la verdad, dista mucho de ser una realidad, en parte quizás por esos mismos políticos que con su actitud exacerbada e histriónica provocan en la opinión pública el efecto contrario del que pretenden.
Un ejemplo reciente de esas actitudes que provocan el efecto contrario al deseado, arranca en una noticia aparecida el pasado martes en este mismo diario, en la que se informaba de que “El juez absuelve al dueño de un bar de Torrellano acusado de echar a dos lesbianas”. Los hechos ahora juzgados se remontan a julio de 2017, aunque no se hicieron públicos hasta que los recogió también el Diario Información, el 24 de enero de este año. La noticia relataba como, según la versión dada por las dos chicas, que interpusieron una denuncia, el dueño del bar las echó a causa de su condición sexual.
En la noticia de Información publicada en enero, con muy buen criterio, no se dieron datos del establecimiento ni del dueño del mismo y presunto agresor. Me parece una prevención obvia en un asunto de una naturaleza tan execrable pero, en cualquier caso, sub iudice y sometida por tanto al sagrado principio de presunción de inocencia. Pero, por desgracia, en este caso, como en tantos otros, tuvo que inmiscuirse la política, en forma de una tribuna de la portavoz de Compromís en el Ayuntamiento de Elche.
Vaya por delante que, de la tribuna de la Sra. Mollà, comparto absolutamente su encendida defensa del colectivo LGTBI y de la igualdad de derechos de todas las personas, amen a quien amen, y lo he dicho y escrito en muchas ocasiones (vid. La libertad, el respeto y la educación, en esta misma sección el día 29 de junio de 2018). Los que atacan a una persona por su condición sexual me parecen unos auténticos energúmenos que deben desaparecer de nuestra sociedad.
Lo que no es de recibo es que Dña. Mireia se dirigiera al propietario del establecimiento por su nombre, lo que en un lugar como Torrellano, en el que se conoce todo el mundo, es tanto como señalarlo públicamente; como tampoco lo es que alguien se pueda erigir en juez, afirmando de otra persona que no ha sido condenada exabruptos como “tú eres quién cometió el delito. No es un delito menor, se trata de un delito de odio, un delito basado en la discriminación, un ataque a los derechos y libertades que nos pertenecen a todas y todos. Y la Fiscalía, acertadamente, ha actuado contra ti.”
Si el propietario del bar hubiera sido condenado, la tribuna de la Sra. Mollá habría sido totalmente pertinente. Dado que no ha sido así, puesto que ha resultado absuelto, cabe preguntarse varias cuestiones elementales: ¿Le pedirá disculpas públicas por el escarnio público al que lo sometió? ¿Escribirá otra tribuna igual de vehemente criticando a las autoras de una denuncia que ha resultado ser falsa? ¿Saldrá de su pluma otra tribuna en defensa de los trabajadores autónomos que levantan el país con sus negocios?
Sea como fuere, de su tribuna hay que agradecerle su referencia a Audre Lorde. Confieso que no la conocía pero ahora, tras leer algunos de sus poemas, la voy a incluir en mis lecturas. Me ha parecido magnífica. Para devolverle este favor, le recomiendo, y lo hago extensivo a todos ustedes, la lectura de Los sonetos del amor oscuro, de Federico García Lorca. Ese “amor oscuro” al que alude el título, es el amor homosexual, por lo que estos poemas nos muestran la parte más sincera, y la más valiente, del poeta granadino, asesinado el 16 de agosto de 1936 por las llamadas “Escuadras Negras”, precisamente por su manera de ser y de pensar.
“Tú
nunca entenderás lo que te quiero / porque duermes en mí y estás dormido / yo
te oculto llorando, perseguido / por una voz de penetrante acero”. (Primer cuarteto del soneto “El Amor duerme en el pecho del poeta”).
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