UNA NOVELA CRIMINAL
PUBLICADO EN DIARIO INFORMACIÓN EL 6 DE SEPTIEMBRE DE 2019
ESPERANDO A
GODOT
Una novela criminal
Créanme si les digo que, antes de teclear estas primeras líneas, he estado muchos minutos sentado ante el ordenador, mirando fijamente la página en blanco, sin saber cómo arrancar a escribir. Es la consecuencia directa de la inactividad derivada del paréntesis estival. Pero escribir es como montar en bicicleta, por lo que espero que, una vez que he comenzado a pedalear, las palabras acudan, como las ruedas giran, en torno a los muchos temas que, a buen seguro, habremos de comentar sobre la actualidad ilicitana en los meses venideros.
Recordarán
ustedes que en mi último artículo antes de esta pausa veraniega se repasaban
algunos de los deberes que nuestros representantes políticos tendrían que
asumir a partir de este mes de septiembre; pero también me imponía a mí mismo
la tarea de continuar tocando algún tema literario, con el fin de no aburrirles
en demasía con la, muchas veces, tediosa actualidad de una ciudad en la que,
como en la obra de teatro de Samuel Beckett de la que toma el título esta
sección, nunca pasa nada.
Para
dar cumplimiento a mi compromiso he leído una novela durante las vacaciones que
me permito recomendarles. Se trata de una magnífica obra del escritor mexicano
Jorge Volpi, titulada Una novela criminal. El texto, basado en hechos reales,
recibió el premio Alfaguara de novela del año 2018. El argumento recrea un
polémico caso acaecido en México D.F. la madrugada del 9 de diciembre de 2005.
Ese día los mexicanos se desayunaron con una operación, retransmitida en
riguroso directo por las dos principales cadenas de televisión del país, en la
que la Policía Federal procedía a la liberación de tres ciudadanos que
permanecían secuestrados en un rancho de las afueras del D.F., junto a la carretera
de Cuernavaca, y al arresto de los dos más que presuntos secuestradores: una
ciudadana francesa, Florence Cassez, y su novio mexicano, Israel Vallarta.
La
cuestión es que el supuesto directo que los mexicanos presenciaron a través de
sus televisiones no fue tal, sino un medido montaje tramado entre la policía y
los periodistas, recreando unos hechos que jamás se produjeron, al menos tal y
como los televidentes los pudieron presenciar, pero que fue adecuadamente
explotado tanto por los que pergeñaron el engaño, como por el poder judicial y
el político, que lo dieron por bueno; en un caso como prueba irrefutable para
condenar a Florence y a Israel, en el otro para que el entonces presidente de
la República, Felipe Calderón, dispusiera de argumentos propagandísticos para
respaldar su dudosa política, y sus no menos cuestionables métodos, en la
guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado que había emprendido.
Volpi,
en su novela, describe de una forma extraordinaria, pero poco convencional, lo
sucedido, poniendo al lector frente a la realidad sin ningún tipo de
intermediación, empleando para ello el idioma que tenemos la suerte de
compartir los hispanohablantes de las dos orillas del Atlántico de una forma
soberbia. La verdad aparece ante el lector sin tapujos, aunque esa verdad
fuera, en su día, totalmente distorsionada para dar alas a intereses
absolutamente espurios.
En
definitiva, si aceptan mi consejo y leen Una novela criminal, además de
disfrutar con su lectura como yo lo he hecho, se darán cuenta del inmenso poder
de influencia, cuando se trata de fines loables, o de manipulación, en caso
contrario, que pueden llegar a tener los medios de comunicación, en especial la
televisión. De hecho, sin necesidad de mayores disquisiciones literarias, les
expondré un caso reciente que estoy seguro todos habrán escuchado, comentado e
incluso, por qué no, discutido: la reciente acusación que vertió la cadena de
televisión La Sexta, del grupo de comunicación ATRESMEDIA incluyendo al Misteri
d’Elx en (sic) “El mapa de las fiestas más machistas que todavía se celebran en
España”, añadiendo a continuación que “En
el Misterio de Elche, que se celebra cada 14 y 15 de agosto, ellos lo son todo,
hasta la virgen. Únicamente hombres y niños representan todos los
papeles de la Asunción de la Virgen.”
Obviamente,
las afirmaciones de La Sexta suponen
una grosera reducción al absurdo de una manifestación popular con hondas
raigambres culturales, religiosas y etnológicas, que además conlleva una fuerte
carga sentimental por ser la más profunda expresión del pueblo ilicitano,
compartida por todos, creyentes o no. Por eso, el desafortunado comentario de
la cadena precisaba de una rectificación pública, rectificación que sólo podía
provenir de la máxima autoridad municipal, en representación de todos los
ilicitanos. Así fue, y justo es reconocer que la respuesta dada por el Alcalde
fue contundente, comedida, didáctica y meridianamente clara. Yo desde luego suscribo
el comunicado emitido punto por punto. Otra cuestión es que he echado de menos
que los grupos políticos con representación municipal no se hayan manifestado oficialmente al
respecto, en especial Compromís, pues tengo la sospecha de que los socios del PSOE
en el Gobierno municipal son los únicos que no suscriben las, en esta ocasión,
acertadas palabras del Sr. Alcalde.
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